Imaginen que te muelan a patadas por comentar libros en pleno conversatorio y aparecer en la televisión peruana -horario estelar- como la estrella de la alicaída crítica literaria peruana. En una fonda del pequeño Miraflores conversamos con Leonardo Aguirre, quien acaba de publicar recientemente su libro de cuentos “Manual para Cazar Plumíferos”. Al diván pues. 

Vamos por el semillero ¿Cómo es la relación con tu padre?

Mi viejo conmigo ya tiró la toalla. Él quería una vida más ordenada, moralmente, para mí... ser un cristiano a carta cabal. Durante un tiempo mi padre tuvo esa idea de dedicarse a la iglesia y nada más. Fue la época de austeridad en mi familia; vivíamos en una iglesia pentecostal de Magdalena. Desde que yo tenía 10, y hasta los 18 años, la cosa fue bastante difícil en casa. En el 86 no vi el Mundial de fútbol por misio.

¿Siempre leías libros?

De todo. Yo leía desde siempre. Vivía en la casa de mi abuela. Tenía una farmacia, le iba bien. Crecí bastante engreído, empecé a tener libros en la mano y leía lo que sea. Mi primera colección: casi cien chistes de Condorito.

¿Qué tal tu relación con la calle?

Bastante peculiar porque en la adolescencia yo vivía en la iglesia. Yo estudié en un colegio evangélico, en mi casa todos eran evangélicos. No fui palomilla. Digamos que me desbandé cuando salí del colegio.

“Voy a pecar de pedante, pero ni modo, así soy y no puedo evitarlo. Creo que mi literatura exhibe una prosa milimétricamente repujada.”

¿Cómo es eso de tu “credo bíblico light con derecho al goce”?

Tengo una herencia cristiana, con la cual comulgo, como la creencia en Dios y en la existencia histórica de Jesucristo. Pero no creo en un tipo de conducta impuesto por la iglesia. Creo en eso que dicen los evangélicos: una relación personal con Dios. Ahora bien, todavía estoy trabajando en los parámetros de dicha relación. En ese credo particular mío, el goce no está negado, no creo en un dios restrictivo y represivo; todo lo contrario, creo en un Dios que busca la felicidad de cada uno.

¿No crees que es una “piedra de saco” esto del evangelismo?

Pienso que fue tiempo perdido. Hubo una época en que leía libros de doctrina cuando tenía que haber leído libros de literatura... esto se sumó a la austeridad y consumo cero de material audiovisual. Pero ahora trato de sacarle la vuelta a eso y, de hecho, se refleja en lo que escribo. Es inevitable: tengo que convertirlo en literatura.

En tu cuentística existe algún personaje que se haya impregnado de ese lado de tu creencia familiar?

No necesariamente. En algunos cuentos juego bastante con las imágenes religiosas, especialmente en aquellos que son una ametralladora de imágenes, pero aún no tengo un personaje de trasfondo evangélico… en todo caso soy yo, que siempre cuando hace una perrada le despierta la culpa.

¿Pero cuál fue el quiebre de esa vida púber protegida?

Digamos que el desbande moral fue cuando salí del colegio. Dejo la Iglesia y me pongo a trabajar en miles de cosas. He trabajado en supermercados, de gondolero y empaquetador, luego como merchandiser de Coca Cola. Era un trabajo horrible: marcaba tarjeta a las 7 de la mañana. Y en el supermercado estaba de 10 a 8. El olor de los supermercados me trae malos recuerdos. Lo bueno es que el sueldo, como merchandiser, compenzaba de algún modo, pero apenas leía un libro cada dos meses y no escribía nada. Después renuncié y postulé a la universidad. Ingresé a la segunda, por cierto. Pasé los primeros ciclos de la universidad en la biblioteca, leyendo todo lo que no había leído en varios años.

¿Siempre quisiste ser escritor?

La idea de ser escritor la tuve todo el tiempo, desde el colegio. Pero recién en la universidad comencé a escribir metódicamente, sistemáticamente. Gané un concurso en estudios generales y entonces me dije :”Bueno, debo servir para esto”.

¿Debe haber sido duro ingresar a una de las universidades más caras para la economía familiar? ¿Cómo te llevas con tu familia?

De hecho pagué el examen de admisión con la liquidación que me dio la Coca Cola. Mi vieja es una profesora de inglés y le iba bien. Tengo una hermana de 20 años estudiando hotelería y turismo y otro que está de vago ya hace dos años, lo que pasa es que quiere ser pintor, postuló a Bellas Artes y no la agarró. Tiene su grupo musical. Tengo una buena relación con ellos, mucho mejor con mi hermana.

“Entiendo que en este medio tan argollero, tan amiguista y tan negativo tú criticas a todo el mundo y después te quedas solo y despues nadie te da una mano; me ha pasado en algunos casos, por ejemplo critique a cierto periodista de cierto periódico y después ya no pude sacar una reseña de mi libro en ese medio.”

Se te ve tranquilo, pareces recién casado…

Estoy en un período de sentar cabeza... no, creo que no es la frase exacta... lo que pasa es que no quiero comprometerme ni casarme, pero sí tener una pareja estable por un buen tiempo. Tengo una relación de 1 año y 5 meses, eso es un récord para mí. Estoy cómodo y tranquilo con mi flaca, pero aún no estoy seguro de que ella sea la persona correcta.

¿Eres muy inseguro ante el Amor? Falta un poco de carácter para decir las cosas, eso de pasar el tiempo…

Es un resignarse nomás, creo, finalmente eso es el matrimonio: resignarse.

¿Es mejor tu vida acompañado?

Creo que sí.

¿Cuál es tu rutina en el acto de escribir?

No soy maníaco depresivo ni nada de eso. No soy escritor maldito. Me parece que eso es un estereotipo. Yo tengo que estar tranquilo, feliz, bien desayunado para poder escribir todas las mañanas, con mi cigarrito, mi café; tengo que estar bien cómodo.

A lo Marito…Vargas Llosa

Claro, una cosa más oficinesca.

Tu escritura es limpia, abierta, detallista y con un ritmo de respiración controlada. Pero tienes ahí una especie de tic nervioso…

Bueno, no sé cómo interpretar eso.

!Pero tú eres el critico!

…(Risas.)

Una escritora figuretti se quejó de tus arranques...

Ah, Cecilia Zero, su novela era muy mala, pero lo dije con humor, con algo de cacha... tal vez eso duela más. Si hubiera sido más académico, de repente no se molestaba. Pero lo cierto es que ella no hace literatura, hace libros juveniles de autoayuda.

“Hay que aprender el juego de los intereses que se manejan en el medio periodístico-literario”

Es curiosa tu aparición en el programa de televisión del periodista César Hildebrandt, empiezas con un discurso en retirada de tu trinchera crítica de AgenciaPerú. Tu apertura mediática fue breve pero mesurada, con perfil bajo...

Hay algo de jugada política ahí, yo quiero ser escritor y no un crítico, entiendo que no es muy inteligente criticar a mansalva y después escribir porque después todo te revienta en la cara.

Pero hay grandes escritores que han hecho eso…

Tampoco me quejo porque no me ha ido tan mal con las críticas, salvo una o dos.

¿Temes ser encasillado?

Claro, también es una de las razones que explican mi discurso: quitarme la etiqueta de crítico definitivamente. Porque el crítico siempre es el enemigo. Como dicen por ahí: no conviene andar con esa gente por la calle. Y otro motivo es la jugada política. Entiendo que en este medio tan argollero, tan amiguista y tan vengativo, tú criticas a todo el mundo y después te quedas solo, después nadie te da una mano. Me ha pasado en varios casos... por ejemplo, critiqué a cierto periodista de cierto periódico y después ya no pude obtener una reseña de mi libro en ese medio.

Pero digamos que eso en cualquier parte del mundo es un atentado cultural ¿Quién es ese periodista, casi alguacil?

Te voy a dar pistas, no te preocupes. En las redacciones impera una versión errada de la solidaridad. Criticas a un redactor y todos se cierran como un puño, lo defienden aún cuando las críticas estén justificadas; basta que digas algo contra alguien y todos sus compañeritos sacan las garras. No te hablo de conjeturas; gente que conozco y que trabaja en esos medios me confirmaron estas sospechas.

“Si uno escribe y quiere publicar se tiene que atener a las consecuencias.”

Que en la mayoría de los casos son ciertas…

En condiciones normales, porque yo tengo amigos en ese medio, hubiera obtenido una reseña para mi libro; pero dado critiqué a un periodista que tiene años trabajando ahí, no se pudo. Mi fuente me dijo: ”Oe, tú criticaste a fulano, pues, ya no se puede”.

¿Quién fue pues?

Fue un “pata” que hacía lo mismo que yo. Pero no sólo reseñaba literatura sino también música, cine, teatro, televisión, pintura... casi todo.

¿Raúl Cachay?

(Aguirre Suelta una carcajada y remece el Pollo Pier´s. La luz roja que despierta la taberna vuelve a la calma.)

Bueno, lo mío no fue un ataque personal sino una crítica a su prosa, pero aquí la gente no entiende la diferencia. Sus compañeritos lo defienden como si lo hubiese insultado. Hay que aprender el juego de los intereses que se manejan en el medio periodístico-literario.

César Hilderbrandt celebró tu polémica columna

Bueno, me habrá visto como él cuando era joven, pero lo mío es otra cosa. Yo pensé que no me leía nadie: una página web perdida en la red de redes donde nadie me corregía nada... después me enteré que cierto público me leía, después vino el golpe y estalló todo…

¿Fue en tu ojo izquierdo o derecho?

No hay problema. No me acuerdo. Fue el derecho porque el golpe fue con su mano derecha... me tiró al suelo y ahí me agarró a patadas... en un conversatorio titulado “Críticos versus Autores”, en la universidad católica...

¿Es verdad que le dicen a ese escritor “el Mike Tyson de la literatura peruana”, no por su prosa potente sino por la piconería febril de puñetero? Le regalaremos una correa

(Risas) El tipo no entendió, no hizo ese deslinde entre ataque personal y crítica de texto. Si uno escribe y quiere publicar se tiene que atener a las consecuencias.

Los escritores nacionales, en general, son extremadamente picones…

Es que en el medio limeño nadie pone los puntos sobre las íes. Todos están acostumbrados a la alabanza.

¿Qué te parece las encuestas de libros hecha por el Decano?

Hicieron una encuesta con sólo cinco libros, algo totalmente arbitrario. Era una encuesta electrónica y podía votar quien sea. No hubo ningún control. Podía votar 100 veces la misma persona. Y la cantidad de votos era considerablemente superior al tiraje del libro: eso es ilógico. Era una encuesta de popularidad, nada más. Luego, ¿quién hizo la selección de esos 5 candidatos? No sé… por lo menos unos 20 se han publicado en el 2005, y mejores que esos 5. No sé cómo Galarza le puede ganar a Prochazka, a Reynoso, a Ampuero. No se puede tomar en serio esa encuesta. Ni modo. Inclusive, en la leyenda de la fotografía de Galarza dice ”Galarza pegó fuerte este año”.

Ah, con cacha todavía!!

Cacha de Cachay! (risas)

¿Háblame un poco de La Mujer De Mi Vida, revista de patente argentina pero ahora hecha con producto peruano? Van por el tercer número…

Somos Ezio Neyra, Edwin Chávez, Katia Adaui, Pilar Pardo y este pechito. Nos llevamos muy bien, somos muy amigos... pero siempre falta esa persona que tenga la habilidad de conseguir dinero, que se dedique sólo a eso, a tocar puertas, a buscar auspicios... Al final no queda más remedio que hacer “chancha”... es un camino difícil, lo único que nos queda es aguantar: la literatura no vende. Nos queda sobrevivir nomás.

Ahora escribes para el diario La República, en la contra ¿De Agenciaperu saliste bien?

No les cuadró que yo anunciara mi renuncia en un programa de tv (César Hildebrandt) de alto rating, sobre todo en el programa del periodista que se ha declarado enemigo público de Cecilia Valenzuela (periodista directora de Agencia). De lejos puede verse como deslealtad... pero lo de la República me lo avisaron dos semanas antes, incluso le avisé a la persona con quien trabajaba directamente.

¿Cómo te fue en el Comercio?

Dejé de colaborar con ellos porque metí la pata en la reseña de un libro de un autor que era especialista en Dante, un error histórico, ese pequeño yerro desbarató mi crítica, el autor se valió de eso y me lapidó públicamente, lo más sensato era esconderme un tiempo hasta que se olvidaran de ese error. Bueno, me sigo escondiendo…

Leonardo, nunca he leído alguna opinión tuya sobre política peruana. ¿Qué piensas de los congresistas?

Prefiero no opinar mucho porque no tengo herramientas para hacerlo. Siempre he estado alejado de eso.

¿No eres un intelectual comprometido con su tiempo, a la usanza francesa?

Para nada. La verdad no sé ,no me he puesto a pensar por qué. Es una línea que he escogido.Opino sobre mi terreno.

¿Por quién no vas a votar?

Por Humala, por García tampoco, no sé si Lourdes... depende de la Segunda Vuelta: depende de quien compita con Humala, por ese voto. Si fuera evangélico votaría por Humberto Lay de Restauración Nacional, pero no: sus posibilidades son remotas.

Yendo a tus últimas declaraciones, presentas un cuadro de incoherencia cuando te quieres alejar de lo que hace la gente cuando manejas realmente un blog donde existen un tornado temático diario en torno al mundillo literario cholo…

De hecho, estoy pensando dejar el blog, ya me está aburriendo un poco. Primero, me quita tiempo; segundo, no puedo controlar a toda la gente que entra a difamar... pero esa es la naturaleza del blog, la libre expresión de los lectores... por eso, o permito opinar a los difamadores o cierro el blog...

¿Qué opinión tienes de los cuentistas locales de hoy?

Hace como 10 años que se viene escribiendo en el nivel de Galarza, Rilo o Malca. Salvo lunares como Thays y Bellatín. Pero de un tiempo a esta parte, en los últimos dos años, han aparecido nuevos valores mucho más preocupados por la prosa, por el propio lenguaje. Si comparas con los anteriores la prosa de un Castañeda, un Chávez o un Page, la diferencia es completamente abismal, frase por frase, incluso en el ritmo…

“El humor de Bryce es medio forzado; el mío pretende ser más natural, en todo caso, menos evidente, pero sin dejar de ser efectivo.”

¿Una etapa de verborrea sigue la actual, más pensada, más estética?

Sí, más estilística... y los autores exhiben mayor formación libresca que antes. También exhiben un compromiso más profesional con la literatura. El olvido de la pose malditista me parece saludable. Me parece pronto para decirlo, pero estamos en una época privilegiada. La futura historia de la literatura peruana subrayará la aparición de estos nuevos narradores...

Apoyados por nuevas editoriales, que es saludable…

Estruendo Mudo es una buena editorial, ha puesto en la palestra a nuevos autores de mucho talento. Claro, Galarza no es el mejor ejemplo: digamos que es el lunar. Te hablo de Castañeda, Page, Chávez o Gallardo... Matalamanga también es una buena editorial.

¿Piensas publicar sólo cuentos?

No, pienso publicar también una novela. Uno de los personajes será un crítico...

¿Un alter ego?

Probablemente.

¿Lo que debió pasar y lo que no pasó en tu corta pero intensa vida de crítico literario?

(Risas) No sé como le va ir al crítico pero presiento que no le va a ir muy bien que digamos... No, yo no pienso volver… ya estuvo bueno, ya pasó esa etapa.

¿Ni por monedas?

Ah, bueno, tendría que ver la oferta, no? (risas) Pero si volviera no sería tan desalmado... más considerado pero no menos honesto.

¿La última película que has asistido?

“Las Crónicas de Narnia”... tengo cierta conexión sentimental con Narnia... En el colegio tuve una profesora que nos leía eso todas las loncheras. Leímos 3 o 4 libros de la serie... son 7 libros. La película fue bastante decente... tampoco es una apología al cristianismo como dicen.

¿La mejor película?

No sé... te digo cuál es la última que alquilé: “Butch Cassidy and The Sundance Kid”, una pelicula de vaqueros, con Paul Newman y Robert Redford.

¿Otra?

Una me ha dado varias ideas para mi primera novela : '24 hour party people', de Michael Winterbotton. Entre otras cosas, trata del nacimiento del new wave... me he enamorado del protagonista... quiero que el protagonista de mi novela se le parezca...

Tu beatlemanía es harta conocida. Tal vez fue lo primero de música popular que escuchaste aún tierno…

Mi viejo se convirtio en pastor a los 20 y pico, cuando yo tenía 5 años, luego se enteró de que algunas canciones tenían mensajes al revés, como “Revolution 9” de los Beatles... por eso rompió toda su colección de vinilos a martillazos... yo no vi esa escena trágica pero me contaron. Poco antes de eso, mis padres pensaban divorciarse y mi viejo venía en la tardes cuando mi madre no estaba, y se sentaba a fumar su pipa y poner los discos de los Beatles: siempre recuerdo esa imagen.

¿Cuál es tu cancion portaestandarte de los de Liverpool?

La que me toca el corazón, particularmente, es “Something”. Luego, como mejor disco, aún no me decido entre el “Sgt. Pepper’s” y el “Abbey Road”.

De ahí te vas a...

A la salsa! La dura: Blades, la Fania, el Gran Combo... aunque bailando soy un tronco. Mi hermana me enseñó unos pasos y son los mismos pasos que repito siempre, no salgo de eso. Mi abuelo es un bailarín de salsa extraordinario pero esa habilidad no la heredé. No bailo ni vals... como mi papá que baila hasta las huevas... nací negado para eso.

¿Te gusta la canción vernacular, te identificas o te resbala?

Me resbala. No tengo una conexión sentimental con esa cuestión. No me educaron con eso, por eso no me gusta. Mi viejos son de Lima y mi abuela materna es de Jauja, con la que vivo todavía; pero de lo jaujino sólo me ha quedado cierto dejo provinciano... Mi bisauelo hizo un libro, “Relatos Serranos” : unos cuentitos medio góticos, pero la verdad es que no sé si llegó a venderse. En mi casa hay como 50 ejemplares de ese libro y cada miembro de la familia tiene una cantidad parecida. Era arqueólogo, se llamaba Manuel Del Valle. Aparece en la novela “País de Jauja” , de Edgardo Rivera Martínez; claro, no lo retrata con mucho cariño... Recuerdo a mi abuela despotricando: “puta, este huevón cómo habla así de mi papa!” Mi abuela también escribe cuentos. He ido a Jauja. El año pasado fue la última vez. Mi enamorada es de Satipo pero tiene familia en Huancayo. Y Jauja está a un paso de Huancayo. Todavía queda en Jauja una casa que ocupa toda la esquina, pero está hasta las huevas, en cualquier momento se viene abajo. Ahí está el famoso cuarto de la esquina, el cuarto de los fantasmas, el que aparece en uno de los cuentos de mi bisabuelo...

Has viajado mucho?

No.Trujillo, Ica, Huancayo, Jauja y paro de contar.

¿En estas vacaciones eres asiduo a las playas?

Hace tiempo que no voy a la playa, la última vez fui a Chilca. Pero no voy tanto como quisiera.

La editorial Matalamanga ha publicado tu ópera prima “Manual para Cazar Plumíferos” ¿Cuál fue la reacción de la crítica ante tu libro de cuentos y cuál es tu autocrítica?

La reacción crítica ante mi libro fue mayoritariamente favorable. Como autocrítica, quizá diría que se me pasó la mano con cierta 'pirotecnia formal'. Fui muy obvio con el manejo de la técnica.

¿Por qué alguien debería comprar tus cuentos?

Voy a pecar de pedante, pero ni modo, así soy y no puedo evitarlo. Creo que mi literatura exhibe una prosa milimétricamente repujada. Por otro lado, creo que la literatura peruana en general no se caracteriza por el humor y uno de los estandartes de mi literatura, más bien, es el humor.

¿Te consideras heredero de Bryce?

No. No leo mucho a Bryce.Creo que mi sentido del humor va por otro lado.

¿Cómo defines eso?

El humor de Bryce es medio forzado; el mío pretende ser más natural, en todo caso, menos evidente, pero sin dejar de ser efectivo.

¿Cómo te ves de aquí a 5 años?

Por lo menos habré publicado tres libros. Habré ganado mi derecho de piso en la literatura peruana y ya estaré pensando en casarme. Vivir de la literatura me parece muy difícil. Claro que pienso viajar a Europa, pero todavía no, primero debo hacer bastante bulla aquí, en el sentido literario, hacer bulla con mis libros: eso es lo que más me interesa.

¿Los modelos de escritores “farándula” –llámense Jayme Bayli, Beto Ortiz-tal vez han sido modelos de peso para hacer un viraje en tu carrera de escritor?

Lo que sí sé es que soy un egocéntrico de mierda, y que soy muy bocón... si tengo que hablar bien de mí no me callo, es inevitable, se me sale, yo lucho contra eso pero no puedo, pues... soy pedante. Me criaron mal, me engrieron mucho... era hijo único... en mi familia todo el mundo pensaba que era un genio, después me di cuenta de que no lo era tanto. Pero ahora tengo que hacerle creer al resto que de todos modos soy un genio (risas)...

Vamos, pero aún estás joven para hacer grandes cosas.

Siempre me siento un poco en desventaja porque siento que he perdido mucho tiempo... siempre las comparaciones son odiosas... por ejemplo, a veces digo “este huevón ha leído más que yo, no puede ser”...

¿Algún vicio?

Aparte del cigarrillo no tengo otro vicio.

¿Alguna películas que te hayan influenciado?

Entre muchas otras, las películas de los “Monty Python”.

¿Un avance de tu próxima publicación?

Mi segundo libro de cuentos ya está por salir; se titulará “La Musa Travestida”, y desbarata el estereotipo romántico del escritor... esta idea del escritor como un iluminado...

¿Qué opinas de los poetas?

La poesía siempre me pareció un arte diferente. Está tan lejos de la narrativa como la dramaturgia, por ejemplo. No escribo poesía. Pero sí aplico el ritmo en mi narrativa... Uno de los poetas peruanos contemporáneos que me llama más la atención es Antonio Cisneros... quizá por el humor... Ahora bien, eso de “la gracia”, “el don”, “el toque divino” que dicen tener los poetas... no jodan, pues, también los narradores tenemos algo de eso. ¿O no?